Muchas culturas antiguas, afirman que en los albores del tiempo, existía un ser primordial, que reunía en sí ambos sexos: el hermafrodita era ese ser completo, que fuera dividido en dos para originar a toda una especie. En "El banquete", de Platón, Aristófanes narra la historia de este ente primigenio, del cual cada uno de nosotros desciende. Y cómo vamos buscando nuestra contraparte para alcanzar nuevamente la unidad, a través de la pulsión erótica.
Para introducirnos en materia, nos pareció más afortunado referirnos a este mito, que al mito edénico de tradición judeocristiana, que pone el acento en la primacía del varón, su costilla, la sierpe, la tentación y la manzana.
Resumiendo... este próximo Martes 08 de Marzo, estaremos conmemorando otro Día Internacional de la Mujer, en homenaje a la lucha de todo un género por conseguir un pie de igualdad con el hombre, desde el que batallar, en este nuestro bendito mundo donde resulta imperioso estar afirmando, una y otra vez, lo evidente. Porque, a ver, ¿alguno de ustedes duda acerca de dicha igualdad? Bueno, aunque parezca un lamentable anacronismo, mucha gente, en diferentes partes del globo, todavía lo hace. Y, creemos, que es a eso a lo que apunta esta conmemoración, este homenaje. A re-afirmar lo obvio.
Haciendo una búsqueda histórica, nos encontramos con movimientos de obreras textiles que datan de 1852. Pero, sin duda, el más significativo, por trágico, sea el del 08 de Marzo de 1908, en el cual más de cien trabajadoras de la fábrica textil Cotton, en EEUU, fallecieron en un espantoso incendio, mientras se manifestaban atrincheradas en dicha fábrica, en el marco de una movilización iniciada el día 05 de Marzo -por lo que se estarían cumpliendo, en el día de hoy, 108 años-, exigiendo mejoras en las condiciones de trabajo, que comprendían desde la reducción de la jornada laboral a 10hs., hasta un tiempo para poder amamantar a sus hijos. Se cree que el incendio fue provocado por las autoridades de la propia fábrica, hay quien afirma que por el mismo dueño, en categórica respuesta al reclamo. Sea esto cierto o no, de ningún modo amortiza lo trágico de su desenlace.
Al año siguiente, 1909, se declara en USA el 28 de Febrero, como el Día de la Mujer, y el mismo se mantendrá hasta 1913. En 1910, se le confiere carácter internacional, en reconocimiento y apoyo a la lucha de las mujeres para que se les reconozca su derecho a sufragar. Un año después, Alemania, Asutria, Dinamarca y Suiza, celebran el 19 de Marzo como Día Internacional de la Mujer, con grandes movilizaciones que reclaman el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral. Hacia 1913-14, en medio de manifestaciones a favor de la paz, en un contexto de pre-guerra, mujeres rusas celebrarán el último domingo de Febrero, mientras que en el resto de Europa se mantendrá el 08 de Marzo.
No será sino hasta 1917, en respuesta a la muerte de alrededor de 2 millones de soldados rusos por la Gran Guerra, que grupos de mujeres declararán una huelga de "pan y paz", en medio de un clima tumultuoso para el regimen zarista. Cuatro días después, el zar abdica al trono. El gobierno provisional se hace eco del reclamo. (según el sitio www.un.org) La fecha, según el calendario juliano, es del 23 de Febrero, el cual, traducido al sistema gregoriano, corresponde al 08 de Marzo.
Más, no será sino recién en 1945, que las Naciones Unidas redactan una carta para afirmar la igualdad de mujeres y hombres. Pero, con su marcha de tortuga, es en 1975 (1977, según otro portal) -Año Internacional de la Mujer- que este organismo celebra por primera vez el 08 de Marzo como El Día Mundial de la Mujer.
Según las Naciones Unidas, el empoderamiento de la mujer sigue siendo prioritario de cara al presente. De seguro nadie puede negar el enorme avance en pos de la igualdad de derechos, conseguido al fragor de luchas ininterrumpidas, con sentidas bajas en el camino, y, casi siempre, a contramano. De todos modos, creer que hemos alcanzado el pináculo en el reconocimiento de derechos, no sería sólo iluso, sino también malintencionado: todos los días tenemos que presentar batalla, porque, como afirmábamos antes, son tiempos que nos sorprenden explicando lo evidente.
Y, al margen de personalismos, no estamos celebrando un día "para las mujeres". Creerlo implicaría perpetuarnos, tanto en el error como en la injusticia, es un día de reflexión en torno a las luchas por la justicia de la humanidad toda. Mujeres, hombres, viejos, niños/as, etc. Esto nos concierne a todos. Y a todas, porque una conquista de la justicia, engrandece al conjunto. Y reivindicar la lucha femenina no es, sino, dignificar al género humano en su completud.
Juan Bautista Martínez (Columnista)
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