domingo, 1 de mayo de 2016

20 de Febrero - Día de la Justicia Social


Hay efemérides que se nos hace difícil abordar, debido a lo escaso del tiempo con que contamos, y a lo amplio de las mismas. Para hablar de Justicia Social, necesitaríamos un programa completo, las dos horas, y eso sin pasar música.
De modo que nos despacharemos con una breve reflexión. Sí, reflexión y no reseña, porque parece mentira que, hoy por hoy, a 227 años de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano - ya partimos de una injusticia al hablar de hombre y no de hombres y mujeres, por ejemplo, distinciones semánticas que no son tan inocentes - parece mentira, decíamos, que la Justicia Social todavía siga perteneciendo al terreno de lo ideal, de lo que 'debiera' ser.
Es que ¿es posible la Justicia Social mientras no haya igualdad de oportunidades para todos? La respuesta, a riesgo de ser terminantes o pesimistas, es un rotundo NO; una va de la mano de la otra.
¿Y puede haber igualdad de oportunidades mientras unos pocos acumulan cada vez más, y otros muchos quedan, como dice Galeano (dice, sí, hoy, como nunca, el autor de "Las venas abiertas..." sigue vigente), a la vera del camino, sin un trabajo y sin opciones, o con sueldos de hambre, o con jubilaciones paupérrimas... pregunta retórica si las hay.
Y ni hablar de la promesa de balas y represión para el que proteste manifestando su disconformidad. Así que, parece que más que celebrar la Justicia Social, a lo sumo podemos recordar que, en un día como hoy, algunos países se pusieron de acuerdo en ser políticamente correctos, para enumerar 17 puntos de cómo debiera ser un mundo donde las personas tuvieran todos las mismas oportunidades, los mismos derechos, sin importar su sexo, idioma, color de piel, credo o ideología política; y reconocer que estamos lejos, lejísimos de conseguirla.
Pero tener presente, también, que esto, de ninguna manera significa una renuncia, todo lo contrario; sino dejar en claro que la lucha está más viva que nunca, que lejos de apagar el fuego, sólo han conseguido enardecerlo. Y que no vamos a bajar los brazos, por más oscuro que se vea el horizonte, o que no se distinga entre tanta mugre, porque sabemos que en él está la utopía, y hacia ella caminamos, por más grilletes que nos quieran poner, tanto en el alma como en los pies.
 
 
 
 
 
Juan Bautista Martínez (Columnista)

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